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Los entornos de permafrost actualmente cubren aproximadamente el veinticinco por ciento del hemisferio norte. Sin embargo, la evidencia empírica y teórica actual indica que gran parte del permafrost existente está en desequilibrio térmico por el calentamiento que se ha producido en los últimos 150 años. Los aumentos de la temperatura a largo plazo en las regiones polares ya han dado lugar a un engrosamiento de la capa activa y a la liberación gaseosa de los depósitos de carbono y el metano alguna vez secuestrados en la tundra; un evento que es probable que amplifique los cambios previstos y experimentados por los entornos naturales y humanos. La degradación del permafrost se ha traducido en la reestructuración completa de los ecosistemas y de los patrones y procesos geomorfológicos e hidrológicos. Tales cambios han conducido a un extenso descongelamiento, la eliminación del permafrost discontinuo y al crecimiento de termokarst. En conjunto, todas estas alteraciones climáticamente inducidas en la estructura de los ambientes de permafrost han tenido un efecto perjudicial sobre las poblaciones de la vida silvestre, los asentamientos humanos y la infraestructura. Las primeras formaciones han visto una transición de ecosistemas terrestre a acuáticos, mientras que el daño a estos últimos ha dado lugar a que algunas áreas sean clasificadas oficialmente como zonas de peligros naturales. Por lo tanto, la investigación y las acciones correspondientes deben llevarse a cabo en los lugares donde se está liberando el carbono secuestrado en cantidades suficientes como para ser motivo de preocupación para el bienestar de todo el planeta.

Palabras claves: Capa activa, Calentamiento Global, Regiones polares, Termokarst.

WHITING, K., AL KHAILI, K., & CARMONA, L. G. (2015). ALTERACIONES A LOS ENTORNOS DE PERMAFROST INDUCIDAS POR EL CAMBIO CLIMÁTICO. Ambiente Y Sostenibilidad, 4(1), 31–38. https://doi.org/10.25100/ays.v4i1.4312